Aunque resulte paradójico, la crisis económica, con sus secuelas de desempleo, puperización y violencia social, puede servir, también, para agudizar el ingenio y promover conductas solidarias que reconstituyan el tejido, como lo testimonia la experiencia de la Red Global de Trueque, que acaba de tener su primera jornada rioplatense.
Con una dosis de creatividad para sortear la escasez de dinero y con la necesidad de comunicarse con los demá, nacen y crecen de manera sostenida los grupos que impulsan una práctica ansestral: el trueque
Reunidos en casas, galpones, o plazas, más de 40.000 personas de todo el país se intercambian bienes y servicios tan disímiles como panes artesaanales o consultas odontonlógicas, por un valor estimado en 8 millones de pesos por mes.
Lejanas ya las primeras reuniones improvisadas en la casa de uno de los fundadores, el Teatro SAn Martín albergó a los más de mil participantes de la Primer Jornada de Trueque MUltirrecíproco audspiciada por la Secretaría de Promoción Social del gobierno de la cidads de Buenos Aires.
Alli explicaron esta interesante experiencia que intenta un cambio alternativo para sobrelllevar un momento de dificultad económica y mejorar la calidad de vida de la gente. Pero más aún, el truque también es una excusa para relacionarse con otras personas, lo que implica de por si una gratificación. Porque cuando no se produce para lucrar, sino para satisfacer necesidades de otros, cambia cualitativamente la actitud de la gente involucrada, respecto de si misma y de los demás.
Volver a sentirse útil, ofrecer conocimientos y habilidades, descubrir nuevas capacidades y, a la vez poder adquirir bienes y servicios necesarios son, sin duda, aspectos para destacar de la experiencia.
Más allá de los microemprendimientos y el trueque, constituyen paliativos que no pueden reemplazar a la economía forma, el énfasis que ponen en la cooperación y el estímulo que brinda a la creatividad, son adquisiciones sociales muy valiosas que contribuyen a recrear los lazos solidarios de la sociedad y a recomponer el sentido dignificador del trabajo humano. En tiempo de escasez económica y moral, estos ejemplos merecen reconocimiento y aliento.
EDITORIAL
Clarín Sábado 17 de mayo de 1997
Directora: Ernestina Herrera de Noble
Este artículo fue publicado en el boletín Año 2 Nº1 de DISTRIBUIDORA KOSMET de circulación interna dentro de la Red.
Empresa perteneciente a Horacio Covas.
